sábado, 9 de abril de 2016

El sabueso y nuestro sabueso.

Los sabuesos tienen varias características que les sirven de herramienta a su principal actividad, que es seguir el rastro de la presa, agotarla y acorralarla.
La primera de estas características es el olfato. Con su hocico prolongado, la membrana que recubre la cavidad nasal puede tener una superficie muy grande. Dicen los estudiosos que su capacidad olfativa está muy por encima de la comprensión humana, y que otros sentidos, como el oído, carecen de importancia para ellos.
Teniendo esto en consideración, yo no sé si nuestro sabueso puede percibir a distancia el suave sonido de la puerta del refrigerador...pero de que su nariz le avisa que las viandas están saliendo de las profundidades frías para acercarse a la calidez de la estufa, de eso no tengo duda.
La segunda característica, por extraño que suene, les sirve de complemento al desempeño de su sistema olfativo: las grandes –en ocasiones enormes- orejas. Éstas les ayudan a crear corrientes de aire que acercan las partículas que pueden ser captadas por la nariz.
Nuestro sabueso, además, ayuda a barrer el suelo con las suyas. Su continuo rastrear hace que constantemente las arrastre, lo que ayuda a remover las partículas de polvo que se asientan en el piso. Como si eso no fuese poco, hay ocasiones en que las moja en sus trastes del agua y ya no solamente ayuda a barrer, también colabora con la trapeada.
La tercera complementa a estas máquinas de rastreo: una resistencia física capaz de permitirles seguir un rastro por horas. Tal vez no son rápidos, pero sí muy constantes.
Nuestro sabueso suele darnos los buenos días con un entusiasmo exhuberante. Lejos de agotarse por ser bajado de la cama una y otra vez, vuelve a la carga con mayor energía, si cabe. A veces practica esta habilidad llevando sus orejas remojadas.
La cuarta característica es el toque final para estos extraordinarios cánidos: un temperamento constante y tenaz, que les permite concentrarse en una tarea –como seguir un rastro- e inclusive, tomar decisiones autónomas sobre el mejor rumbo para seguir el rastro. Los entrenadores ven estos rasgos como un cierto obstáculo para hacer del sabueso un perro muy obediente.
Nuestro sabueso siempre sabe que es lo que debe hacer. La cosa es que nunca consulta previamente....

Fuente de las imágenes (en el orden en que aparecen):
http://www.alpelopet.es/mascota/la-trufa-de-los-perros-debe-ser-siempre-negra
http://www.masqueladridos.com/limpieza-de-los-oidos-de-tu-perro/
http://aepes.foroes.org/t679-tosca-se-incorpora-al-equipo
http://blogs.lasprovincias.es/almasconpatas/page/2/


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