7. La pequeña ocupa un borde de la mesa, pero llena la
habitación completa. Mamá está junto a ella, atendiéndola, mimándola, disfrutando
de su condición de abuelita.
Por el pasillo viene un andar pausado. La pequeña
dobla sus bracitos regordetes -aunque ya empieza a adivinarse que, como todos
los miembros de su familia paterna, muy probablemente será delgada- y cubre su
rostro con las manitas, al tiempo que dice en su media lengua:
-Ah, es abuedito. Me voy a esconded.
Papá capta la situación, cambia una sonrisa cómplice
con Mamá y se pone a “buscar” a la nieta.
Solamente soy testigo de la escena. Tengo treinta y
seis años. La nietecita tiene tres años. Papá tiene setenta y ocho, y hace tres
que es abuelo.
(De la Serie "Diez instantes con mi Padre". Escrito por Beatriz Maruri Aguilar)
(De la Serie "Diez instantes con mi Padre". Escrito por Beatriz Maruri Aguilar)
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