viernes, 3 de marzo de 2017

Otra vez son las dos de la tarde.

6. Otra vez son las dos de la tarde y el monstruo me espera afuera. En menos de dos horas habré de domeñarlo, ir a casa, comer y regresar al trabajo en el tiempo apropiado para no tener un retardo. Solo de pensar en semejante secuencia siento un hueco en el estómago, pero devuelvo la sonrisa a mis colegas, que se apresuran también a salir a su hora de comida. Recojo mi bolso, mi carpeta y salgo del edificio. El monstruo color rojo está estacionado a unos metros, en el primer lugar de la fila de la banqueta. Otra vez llegué antes que todos los demás para no tener que hacer maniobras al estacionarme.
Como cada día desde que decidí que vendría al trabajo a bordo de mi nuevo auto, Papá ha venido andando desde casa para acompañarme en el trance, y me espera sonriente junto al Federico.
Tengo veintinueve años. Papá tiene setenta y dos.

(De la Serie "Diez instantes con mi Padre". Escrito por Beatriz Maruri Aguilar)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario